La Despedida

Hoy con los ojos llenos de lagrimas, te fuiste de mi lado sin tu voluntad propia, la vida, y nuestros ritmos no pudieron estar juntos, eramos diferentes por cuestiones tan horribles, pero lo que me duele, es que nos queríamos tanto, sin saber cuando ni como empezó, me duele el alma al recordar el día que te conocí el día que por primera ves, te escuche hablar, cuando sin pensarlo me enamore de tu sonrisa, de tus ojos pequeños cuando lo haces, lo que me encantaba era de que me había enamorado de tu ser, y no de tu físico, debo aceptar que eres una hermosura, pero por primera ves (debo confesarlo) no me enamore de eso, si no de TI, de tu forma de ser diferente a los demás, de tu modestidad, de la forma en que decías, las cosas, en como las realizabas, de cada rose de tu mano en mi piel, de cada palabra que mezclábamos juntos, de como sonaba tu voz, al aire libre, de tu olor, que se quedo grabado en mi piel, en cada rincón que tu acariciaste, y que de el te adueñaste sin saberlo. 

Todo extrañaré de ti, el destino tiene algo mejor para nosotros, pero yo eso quería vivirlo contigo, que fueras mío por siempre, seas como seas, fueras quien fueras, no me importaba solo tu eras el que me interesaba, al que sin tener razón, yo daría lo que fuera por él, me tenias a tus pies cada vez que me mirabas con tus hermosos ojos del color de las hojas en otoño, me hipnotizas cada que me tocabas y qué decir de cuando me besabas, me volvía loca, caía rendida ante ti, y me dejaba llevar por cada uno de nuestros sentidos, era algo perfecto, cercano a la magia, algo anormal, pero para nosotros era automático. 

Ahora que los ojos se han secado poco a poco, quisiera darte las gracias, por haber formado parte de mi vida, por haberme hecho feliz un corto tiempo, que me apoyaras aunque no tuviera la razón, que me abrazarás cuando lo necesitaba, que me defendieras ante cualquier circunstancia. Por venirme a ver, aunque estés tan lejos, y gracias, por ser tú quien me abrió los ojos, para no darle explicaciones a la gente de mi vida, y valerme lo que digan todos, siempre y cuando fueras tú y yo quien sabía la verdad,  por haberme querido y quizá amado tanto, gracias.